ENTRELAZADAS EN SEPTIEMBRE, Aurora María Posada

Aquel 11, principio del infierno, mi hermana y yo nos escondimos juntas en el baño. Cuando los militares, tiburones hambrientos, allanaron nuestra casa, nos arriesgamos escondiendo nuestros documentos y libros. Estábamos dispuestas a todo, menos a quemar nuestro preciado tesoro.
Abrazadas y en silencio hicimos un trato, «Sí sobrevivimos, protegeremos la memoria por toda la eternidad…»
Mientras mamá en la puerta, resuelta, a parirnos otra vez.
—Señores ajústense los cinturones
Una voz indefinida... Y la cordillera de Los Andes desaparece de mi vista. Regresa el rostro atónito de mis padres, comprimiendo la vida en horas. Siento el último abrazo que rompe mis huesos, hoy pasajeros de segunda clase. Me pesa la maleta, el pasaporte marca “Refugiada”


Y yo marco el paso, apenas.

1 comentario:

  1. Cuentas nuestros recuerdos y aun me duela el alma, Aun permanecen en mi nítido el momento, aun deben de permanecer en aquel escondite libros y discos. otros quedaron convertidos en ceniza dentro de la tina del baño

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