CIEGA DE HERIDAS, Aurora María Posada

Entre mis principios y tu bota de macho psicópata, existen infinitas diferencias. Mientras lacerabas mi cuerpo no lograste matar ni uno de ellos. En cambio tú quedaste en evidencia, metralleta en mano, frente al mundo que, horrorizado, nos acogió. Tampoco me arrepentí por haber nacido… Y sobreviví a tu maldad….Y mis hijas pueden volver a nacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario